aunque entonces no te conocía,
pero mi alma de color aceituna,
se muere por tus besos, alma mía.
Le has liado a mi alma un buen cristo,
la verdad es que se la has liado parda,
ahora vivo en un sin vivir, en un laberinto,
con una herida que sangra y se desangra.
Los líos del corazón son asuntos internos,
Cuando se eternizan son menos eternos,
Y son muy difíciles de cicatrizar.
Lo más de los más es echarte de menos,
es estar pisando en esos terrenos,
siempre abonados pero sin plantar.
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