miércoles, 11 de julio de 2012

830 ELEGÍA AL ALBA DE CADA MADRUGADA I


Este poema nace a la sombra de uno de los mejores poemas escritos en lengua castellana: Elegía a Ramón Sijé de Miguel Hernandez. Esta es la primera parte.


ALEJANDRINOS

Quiero cuidar nuestro amor a diario con mis manos,
no tener más instantes, en mis días, a solas,
y mimarte con el cariño del hortelano.

Quiero ser el mejor estandarte que enarbolas,
ser tuyo al final del partido por juramento,
traerte mis sentimientos en rizadas olas.

En mi alma tú eres el mejor y único sustento,
quiero dormir cada noche, por siempre a tu lado,
respirar a cada instante el aire de tu aliento.

No separarme nunca jamás de tu costado,
al alejarte no ceja de sangrar mi herida,
al no verte mi cuerpo se queda congelado.

Tú representas la gran nobleza de mi vida,
nuestras almas unidas hacen un buen conjunto,
si te pierdo me convierto en un gran homicida.

Si te vas me dejas muy triste, muerto y difunto,
incapaz de alzar la vista más allá del suelo,
encerrado en mi mente, tú eres mi único asunto.

Logras que casi me visite la muerte al vuelo,
vivo muy desesperado en medio de la nada,
mi corazón llora lágrimas de desconsuelo.

Eres y serás para siempre mi enamorada,
es la única forma de tener mi alma contenta,
sueño contigo al alba de cada madrugada.

No hay comentarios: