Más contento que unas castañuelas,
Te llevo siempre tatuada en mi frente,
Me importa un pito lo que diga la gente,
Y tú vas y te cagas en mis muelas.
Para volver loco al más pintao,
Haces que anochezca en pleno día,
Jugando siempre cambias el decorao,
Entre risas y besos y tu osadía.
Cuando un precioso cielo se pinte de azul,
Y el algodón de las nubes luzca de blanco,
Mi alma resurgirá en medio del barranco,
Y tú serás la reina del norte de mi sur.
Me voy, voy a recoger mis bártulos,
Ya no me dirás más que me vaya,
Mi corazón ya ha saltado la valla,
Y huye en medio del crepúsculo.
En tus brazos soy un superviviente,
Mi corazón de naufrago te persigue,
Los días del calendario caen, suma y sigue,
El sol, al fin, se pone por poniente.
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