De tanto esperar, me vuelve loco esta espera,
Pero tu mirada me habla de forma sincera,
Sube peldaños que te espero al final de la escalera,
Así que así estamos bajo ésta bóveda añilera,
Por siempre dirás que tienes quien bien te quiera
Que tu corazón ruge al verme como una fiera,
Te esperaré sentado hasta convertirme en una calavera,
Pensando en ti y fumando cigarrillos de mi cigarrera.
Me encantan tus cuarenta con esa vena guerrera,
Te aseguro que ya no hay para arder más cera,
Te sigo ofreciendo cada día toda mi vida entera,
Sería el hombre más feliz si fueses mi compañera.
Te espero agazapado, atrincherado en mi trinchera,
Sabes que estaré siempre al final de la carretera,
No triunfa en mí el desánimo aunque sí que me exaspera,
Este desesperar de tanto esperarte, a veces me desespera.