A lo lejos se ve la aldea,
La corona el campanario,
Con campanas centinelas.
De su amor usufructuario,
Aunque es duro como piedras,
Me ha nombrado ante notario,
En vista de tantas pruebas.
Las ventanas del corazón,Me las ha dejado abiertas,
Ya no tendré que merodear,
entraré cuando yo quiera,
libre me ha dejado al fin
de llamar más a su puerta.
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