Estaba bajo la escalera tu hermosura,
Y al verte algo cambió dentro de mí,
Al despedirnos la tarde se tornó oscura,
Mi alma me gritó: ¡Esa es, está aquí!
Y vinieron mañanas tempraneras,
Y noches que pasaban como un rayo,
Y fines de semana por peteneras,
Y fotos, y miradas de soslayo…
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