Era fantasma Anilla la Manteca,
Con sábana blanca fresca y fogosa,
Blanqueaba de harina su cara hermosa,
Y sabía adornarse de triste mueca.
Sensual con su farol, figura seca,
Apenas vestida con su piel rosa,
Llovía a cántaros el agua afanosa,
Caminaba empapada sin rebeca.
Entre truenos rebosaba el aljibe,
Un relámpago fantasmagórico
Atronó la casa de un latigazo.
La luna se hace paso y sobrevive,
Dando un brillo plateado y alegórico
Al patio oscuro tras un fogonazo.
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