Ya me tienes las sombras abrasadas,
En ceniza no puede arder la llama,
Sobre rescoldos no cabe más drama,
Las historias han de ser acabadas.
Las murallas que me son levantadas,
Me acompañan por la noche en la cama,
Convivo con mi buena mala fama,
Y con mis ansiedades chamuscadas.
Mis querencias están muy mal vestidas,
al chocar con tus rocas y tus piedras,
de manera impetuosa y rigurosa.
Mis ansias de amor divagan perdidas,
En un gran mar de marchitadas hiedras,
¡Arde Troya por sincera y hermosa!
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