Recuerdos de casas que he habitado,
Como la del “Arre-burra” el aguador,
Mirando desde su tapia con amor
Aquella Huelva que me bebía extasiado.
Los dulces de Sevilla he degustado,
De la mano de Don José, el pintor
De zaguanes piolines y un color
Salpimentado de azul marinado.
Miraba extasiado desde mi balcón,
Desde la frontera de mi cancela,
Desde la libertad de mi ventana.
La calle silenciosa era un revolcón
De paz, tranquilidad a duermevela,
La casa de enfrente era soberana.
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