Leyendo la letra de una de las primeras canciones del nuevo trabajo discográfico de Joaquín Sabina, a mi se me ocurrieron éstos versos:
Nos han puesto velas negras,
Por algún oscuro maleficio,
Y nos montan barricadas,
Y nos llaman esquirol.
Nos meten en temas turbios,
Nos llevan al precipicio,
Quieren dirigir nuestra orquesta,
¡Pero no somos de guiñol!
Solo somos dos amantes,
Que se quieren en grado sumo,
Pateándonos el asfalto
Diario de la ilusión.
Nuestro pecado es la pasión,
Con la cual yo te perfumo,
Cada noche y cada día,
Impregnándonos de amor.
No puedo negar que te amo,
Ni puedo decirte que no,
Porque sé que tú me amas,
Al menos tanto como yo.
Por eso estando alejados,
Sufrimos de ansiedades,
Porque estamos enamorados,
Con corazones alocados,
Vivimos las libertades.
Y queremos bailar pegados.
Tú eres mi única hacienda,
Mi único ajuar de bienes,
Sin ti no hay quien me entienda,
Mis trenes paran donde ordenes.
No verte me hace daño,
Yo sé que me convienes,
No te dejes llevar a engaño,
Y párate en mis andenes.
Mi corazón siempre está abierto
Esperando lo que imaginas,
Con páginas en blanco,
Que tú has de rellenar.
Mientras llegas ando despierto,
Tras de ti por cada esquina,
Maldiciendo horas de oficina
Que nos roban el verbo amar.
No puedes negar que me amas,
No puedes decirme que no,
Porque sabes que yo te amo,
Y al que amas… ¡ese soy yo!
Por eso en esta lejanía,
Nos hacemos votos eternos,
Aunque a veces una letanía
Sale de nuestra lengua impía,
Y parece ponernos los cuernos
Pero nos sale un sol al día.
No podemos negar que nos amamos,
En el fondo del corazón,
Por eso cuando nos besamos,
Se desata siempre un ciclón.
Viene un tren de cercanías,
Y viene lleno de ilusión,
Se divisa en el horizonte,
Que viene un valle tras el monte,
Y que en la tercera vía
Lo que triunfa es el amor.
Manolo López. C/ Jovara - 28/01/17 - 09:48
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