Por ti soy un fiel vasallo y cortesano,
A pesar de cargar con todas mis penas,
es verte y oigo mil cantos de sirenas,
por eso siempre te tiendo mi mano.
Mi corazón nunca lucirá tan lozano,
Si casi nunca puede verte apenas,
Es por ello que mi mente enajenas,
Siendo el dolor de no verte inhumano.
Mi vida la tengo más que sencilla y clara,
En tu lejanía tan solo tristemente expira,
¡Por favor, no me pongas esa cara!
Ya solo me falta cantarte con una lira,
¿De verdad que me ves de forma tan rara?
Hazte un favor y mira dónde mi corazón mira…
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