No puedo arrancarte del pensamiento,
Por eso dedico mis artes poetas
A seguir, entre lamento y lamento,
Conquistando todas mis bellas metas.
Tu dulce voz me la trae siempre el viento,
Con ella voy llenando mis maletas,
Tus hachazos nunca hayan mi escarmiento,
Mi amor conseguirá que te sometas.
Ya me sé de memoria tu orografía,
Únicamente para ti es mi poesía,
Quiero andar por siempre por tu terreno.
Sin tu presencia todo es amargura,
Voy yendo directo a mi sepultura,
Solo tú eres mi droga y mi veneno.
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