La triste soledad mi alegría empaña,
contigo siempre puedo andar radiante,
cuando tu alma a la mía acompaña,
solo entonces pienso en ir adelante.
Unas veces dejas mi alma enardecida,
pillada de ti hasta lo más hondo,
con una sutil mirada tuya dirigida,
me traspasas del todo hasta el fondo.
Otras veces con un esfuerzo sobrehumano,
intento en vano el acoplamiento,
con el frío invierno o el verano,
poniendo por testigo al firmamento.
Sin embargo parece que tiras al monte,
destrozando por completo mi alegría,
lloro desconsolado por la tiranía,
que dejan en nada mis horizontes,
a cualquier hora de cualquier día.
Tus hachazos hacen siempre el pleno,
e incendian mi cara en llamaradas,
yo solo te pido que por lo menos,
me dediques algunas de tus miradas.
Y si no alcanzamos el final dorado,
será que no nos lo hemos merecido,
mi corazón lucirá del todo enlutado,
enterrado en vida y entristecido.
Solo tú puedes alegrar mi lloro,
y encabritar las alegres espumas,
no sabes bien el tesoro que atesoro,
no dejaré que en tus dudas te consumas.
1 comentario:
Me gusta su poema es precioso y de paso le añado que me encanta
su foto!!!!!
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