El alma la llevo en mil penas y exprimida,
Sin ti me siento como en Liliput, pequeño,
Tan solo a veces se siente algo agradecida,
Por tantas horas y horas robadas al sueño,
Inerte y desgastada de tantas veces ofrecida,
Miserablemente gris por estar sin dueño,
La mujer de hielo debe estar criogenizada,
Ya que hace tiempo que no se siente alterada.
30
Continuemos con el entresijo de la ofrenda,
Yo me quedo con ese papel de patito feo,
No me ha servido dar a mi corazón más rienda,
El único servicio prestado es morir de deseo,
Busco un buen mercader que cara me la venda
Ésta alma que ya no sirve ni como trofeo,
¡Maldita sea mi estampa! ¡Maldita sea!
¿Por qué siempre me tocará bailar con la más fea?
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