De la mañana,
Alegría de mis días
Y madrugadas.
Has llenado mi casa
De algarabía,Y antes de nacer,
Ya te quería.
En mi soledad de hombre
Te echo de menos,
Lloran cada noche,
Mis sentimientos,
A flor de piel enjugan
Todo su llanto,
Y en silencio te juran,
Amor con encanto.
Yo que te he buscado
Siempre sin desmayo,
Pensando en ti he pasado
Días sin probar bocado,
Y la desesperanza,
Aprieta mis entrañas,
No faltó confianza,
al ver cómo te apañas.
Paloma mañanera,
Con tu sonrisa,
Tu alma colmenera,
Es mi camisa.
Te amo con locura,
No te das cuenta,
Que el tiempo nos apura,
rozando los cincuenta.
Besos con arrebato,
Yo te robaba,
Tú en tu alegato,
Me regañabas,
Pero echas de menos,
Mis payasadas,
A pesar de tus frenos,
En noches desveladas.
Besos casi públicos,
Había soñado,
Momentos lúdicos,
Muy bien llevados.
El sabor de tus labios,
Que yo he probado,
Me llena de ánimos,
Con sabor salado.
No sé bien cómo
Te echo tanto de menos,
Si lo pienso me asombro,
Sentimientos certeros.
Mi alma te canta
Como un jilguero,
Su mal espanta,
Porque te quiero.
Mi sueño es el día
En que decidas,
Tener mi compañía,
Toda tu vida.
Este sueño
mi mente acuna,
Pidiendo cada noche
A la luz de la luna,
esa realidad
tan oportuna.
Llega un mensaje,
Estoy esperando,
como único equipaje,
besos de contrabando.
Un golpe de suerte
Guarda el destino,
Te haces presente,
Con tu vestido de lino.
Ese color crudo,
¡qué bien te sienta!
Se me hace un nudo,
Al ver a mi Cenicienta.
Un par de minutos,
Se hacen eternos,
Así son los frutos,
De tanto querernos.
Llevas puestos tus nervios,
Y no te concentras,
Entre tus silencios,
Abres y cierras puertas.
Te vas tan preciosa,
Como has venido,
Dejando pétalos de rosa,
En mis sentidos.
Visita fugaz,
Tan de repente,
Que solo hay lugar,
Para quererte.
A la sombra del sol,
Hay una llamada,
Brota el amor
De forma descontrolada.
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