Pero quiero enamorarte a base de mis rimas,
Sé que las lees con fruición y que las estimas,
A pesar de que a veces todo es como siniestro.
Mi alma viaja siempre en tu busca por diestro,
Te persigue por valles, montañas, playas y cimas,
Siempre presente, eres la única que me anima,
Mi corazón más que muerto, padece un secuestro.
Mis largas tardes acaban tristes y de vacío,
Igualmente de vacío se llena a diario mi alma,
Con sentimientos criogenizados, muertos de frío.
Mis manos te acarician suavemente con sus palmas,
Mis venas son un torrente por angosto río,
Tu eterna sonrisa me impregna a diario de calma.
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