Es lo único que adorna mi triste figura,
Tu corazón es arisco, frío y esquivo,
Siempre me dejas como pétrea escultura.
No puedes negarme que tengo cintura,
Te ofrezco un ave blanca con rama de olivo,
A tu lado soy feliz, me siento muy vivo,
La vida contigo es pura locura y aventura.
Así que no te metas con mi alma inquieta,
Enamórate con estos versos actuales,
Que te dedica este aprendiz de poeta.
Sigue mirándome a través de los cristales,
Yo seguiré dedicándote la mejor saeta,
Y cometiendo los siete pecados capitales.
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