Porque tu ausencia es lo más sagrado,
La larga espera mi barba ha poblado,
El tiempo pasa lento y muy anodino.
No sé si encomendarme a algún rabino,
Mi corazón anda suelto, se ha desatado,
A veces hasta se siente como profanado,
Otras tantas veces como perdido peregrino.
Mi alma se siente cada día más vieja,
El sendero es empinado, oscuro e incierto,
Mientras tanto nadie se acerca y la aconseja.
Un día cercano mi corazón yacerá muerto,
Le falta el aliento para emitir una queja,
Le sobra la soledad de la arena del desierto.
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