Malos versos pueden hacer un buen poema,
abruptos caminos hacen una gran ruta,
todo depende de los ojos con que se escruta,
el final de los finales, al final de la vereda.
Al llegar allí siempre te quedan dos opciones,
rizar el rizo en busca de la felicidad,
echar balones fuera con mucha mezquindad,
vivir el día a día sin más lamentaciones.
No se si busco palabras y luego qué decir con ellas,
o pienso una historia y luego busco las palabras.
El caso es que disfruto imaginándote en las estrellas,
pensando en mis historias, y en ver si lo cuadras.
Por muy mal que veamos, a veces, nuestro futuro,
piensa que siempre nos puede ir terriblemente peor,
el pan duro no lo queremos, pero sabes que será duro,
al final del túnel, la esperanza es que estará lo mejor.
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