jueves, 9 de febrero de 2012

634 ¡QUÉ LEJOS ESTÁS!


Que lejos estás en estas horas muertas,
cuánta tristeza embarga a mi corazón,
y esa Diosa Razón brilla por su ocupación,
en darme en mis narices con tus puertas.

Cuánto ajetreo, cuánta desesperación,
en éstos días sin ventanas abiertas,
con las necesidades muy mal cubiertas,
reinando solo el tedio y la frustración.

Mis días y mis noches siguen desiertas,
tan solo tú mantienes despiertas
mis ganas de vivir en pos de tu amor.

Mis semanas y mis meses pasan sin ton ni son,
el único que grita en silencio es mi corazón,
y siempre lo hace a tumba descubierta.

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