y en un último alarde,
te llama desesperado.
Aunque a veces le tiras con balas,
nunca voy a ir a las malas,
porque sigo enamorado.
Tanta espera me solivianta,
aunque seguirte no me espanta,
estoy llegando al límite.
Me gusta imaginar lo que se avecina,
porque será de todo menos rutina,
aparte de un gozoso deleite.
La recompensa a éste sacrificio,
que llevo con gran oficio,
espero que sea tu corazón.
Mientras tanto espero ese día,
para decirle adiós a la melancolía,
y decirte que te amo con toda razón.
Para mí siempre estás bella,
brillas más que una estrella,
eres el faro que me guía.
Así que esto es todo,
lo dejo escrito a mi modo,
esperando poder estar en tu compañía.
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