ALEJANDRINOS
A las malas se demuestra siempre la valía,
no se trata de convertir el agua en buen vino,
se trata más bien de andar siempre bastante fino,
y de no ponerle cadenas a la osadía.
Tampoco hay que perder nunca jamás la alegría,
si los sentimientos se separan del camino,
intenta ser más alto y robusto que un buen pino,
para saber llorar de noche y reír de día.
Si lo intentas, siempre puedes cambiar tu destino,
eso sí, sin convertirte en tu propio asesino,
atiende al corazón, lleno de sabiduría.
Olvídate de una vez, del paso cansino,
sabes de sobras que no soy un buen adivino,
pero con un guiño tuyo ya me bastaría.
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