al verte pasar junto a mi reja,
cada día, cada mañana.Y tu paseas preciosa y altiva,
levantando miradas lascivas,haciendo repicar las campanas.
Reina de los piropos obreros,
capaz de ensombrecer a los luceros,
caminas con elegancia.Más bonita que ninguna,
consigue que mi alma la asuma,como el olor de la mejor fragancia.
Una llamada corta, un te quiero,
un hola agitando el pañuelo,y el alma en la mano, desde tu ventana.
Un adiós con el corazón encogido,
travesía de un desierto no querido,por no volver a verte en semanas.
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