martes, 17 de enero de 2012

609 UN DESCUIDO DE CUPIDO


Una ciudad costera, un verano,
nunca nos dimos ni siquiera la mano,
pero la impronta no se ha borrado.

Esa impronta de entrevista,
con gente sin quitarnos la vista
de encima, por si acaso.

En el recuerdo del recuerdo queda,
como una de las mejores maneras,
de entender el entendimiento del amor.

Han llovido decenas de primaveras,
pero siempre ha estado presente,
como un inmenso y radiante sol.

Aquel lejano y bendito verano,
pasó lo que no pasó, fue raro,
por eso de no caer en el olvido.

Solo nos queda un vago recuerdo,
agridulce, feliz, sempiterno,
igual fue un descuido de Cupido.

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