Las lágrimas que brotan de tus ojos,
son hondos suspiros de enamorada,
son el riego vital de los despojos,de un amor que ves que se acaba.
Otra cosa es que sean merecidas,
para la persona destinataria,sin quererlo es un vil parricida,
necio, con una necedad legendaria.
Debería mirarte con algún sonrojo,
es el único culpable de tu enojo,por avivar la llama incendiaria.
Ya deberías de estar acostumbrada,
es incapaz de saltar la alambrada,
se ha ganado una soledad solitaria.
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