ME HICE VIEJO ESPERANDOTE
Por testigo pongo a la brillante luna,
De que conseguirte es una gran hazaña,
Y que no se ha conocido en toda España,
Algo mejor que gozar de tu fortuna.
Hasta ahora transito más solo que la una,
Pululando entre sombras extrañas,
Invirtiendo en enamorarte mis campañas,
Y gasto mi sangre con su olor aceituna.
Sueño cada noche con tu cabello rubio,
Pero no alcanzo ni paz ni consuelo,
En vez de llorar, esto es el diluvio.
Miro cómo viajan las nubes del cielo,
Reflejadas en el transparente Danubio,
La vida pasa y me ha convertido en un abuelo.
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