Tu larga ausencia es mi tormenta,
desde el segundo cero te echo de menos,
intento mantener mis nervios serenos,
pero mi mente te ama y se enfrenta.
Llega el momento en el que revienta,
las alforjas de mis temores van llenos,
solo atisbo cielo encapotado y truenos,
mi desazón sintigo siempre aumenta.
Mi corazón junto al tuyo siempre brilla,
si no estás, mi alma no anda fina,
no encuentro consuelo en la faz de la tierra.
Te amo de forma directa y sencilla,
tu increíble sonrisa es la que me ilumina,
si te vas un segundo mi alegría se cierra.
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