Tus silencios cortan como afilada espada,
Creo que te has de parar un poco y considera
Que me hace demasiado daño tanta espera,
Y hasta me asoma alguna lágrima desolada.
Tu distancia y postura… ¡la que me tiene armada!
Ya sé que tú te lo tomas tal y como yo debiera,
La verdad, tu ausencia me deja como una fiera,
Aunque es cierto que esto no es nuevo para nada.
Para enumerar tus desplantes me falta memoria,
Mira que llevo ya más de seis años obstinado,
Pero la voz de tu conciencia permanece muda.
Mi corazón tiene escasos chispazos de gloria,
Ahora se siente definitivamente noqueado,
Tiene calentura, tirita insistentemente y suda.
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