Me he enamorado de ti tranquilamente,
Con el buen aroma que se despedía
En cada paso, cada palabra, que parecía
Que todo nuestro mundo es transparente.
Ahora camino a diario con alta frente,
La mujer de hielo ya no está tan fría,
Ha cambiado el discurso que antes decía,
Pues ya no quiere nadar contra corriente.
Su alma circula rebosante y llena,
le pregunta de qué estaba huyendo,
y cual era esa discordia supuesta.
el amor le galopa inyectado en vena,
sorbo a sorbo, despacito, se lo está bebiendo,
por fin tiene clara su única respuesta.
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