Imposible, yo ya no te perdono,
Tu ausencia es como faltarme al respeto,
Es malo y recurrente tu abandono,
Te dedico este tu último soneto.
Mi alma encarcelada ya no respira,
Mi amor hace mucho que no lo acuñas,
Tus palabras me parecen mentira,
No entiendo por qué vas y refunfuñas.
Ahora tu camino no es mi camino,
Ya no da tantas vueltas el molino,
Me has hecho perder toda mi calma.
Ya no me creo ninguna de tus tretas,
Mi alma se hartó de tus jugarretas,
Se me rompió el amor y no se empalma.
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