Y así, despacito, se va consumiendo
Una vida sin alegría, triste y vacía,
no sé cómo te las vas componiendo,
vas riendo con tu alma demasiado fría.
(112)
Tus labios son esclavos de tu
mente,
Porque tu corazón tiene
libertad,Sin agravios tu alma indulgente,
Con tu negación busca felicidad.
Sin embargo la sangre caliente,
No quiere nunca más tanta opacidad,
Ni quiere esconderse de la gente,
Sólo pretende la reciprocidad.
(113)
Me iría contigo en trece y
martes,
A tu lado no tengo miedo de
nada,Pero tú siempre vas por partes,
Entre el sí y el no, vives obsesionada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario