salpimentada con una ansiedad muy honorable,
y aunque en mi tintero no hay nada reprochable,
mi corazón ya está harto de chupar banquillo.
Sí pero no, pasa sin pasar, ¡menudo batiburrillo!
al final me quedaré muy solo en tu andén,
viendo cómo pasa uno tras otro cada tren,
y yo perdiendo más juventud y oportunidad,
pero vale la pena tanta espera por lealtad,
así que no te lo pienses mucho ya y... ¡ven!
BRINDIS
Brindo por poder salir siempre por peteneras,
por poder tener agujetas en el corazón,
por quererte siempre tanto y porque me quieras,
por no olvidar aquellas benditas escaleras,
y por haber visto mi luz primera en Pozo Alcón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario