ALEJANDRINOS
Ataca otra vez la reina del
romanticismo,no tiene límites normales su agrio sarcasmo,
siempre te deja helado con su gran entusiasmo,
pasarse cien pueblos es su alegre catecismo.
Ingrata y agridulce, puro insensibilismo,
De tan grande magnitud que no se si la plasmo,
Parece que disfruta más que con un orgasmo,
Agarrando a mi alma por el cuello sin civismo.
Sus frías palabras dejan mi alma como el hielo,
Algún día se dará con un canto en los dientes,
Deberá tomar tragos de su propio jarabe.
Lo dejo, no puedo arrastrarme más por el suelo,
No soporto ni una más de sus frases hirientes,
Igual es el momento de que todo se acabe.
No hay comentarios:
Publicar un comentario