MI CORAZÓN NO ABDICA
Hoy me has besado, ya era hora,
Pensaba haber caído en desgracia,
Echaba en falta mi normal eficacia,
en mis madrugadas se te añora.
No me mires así de inquisidora,
Que sabes que soy de Pozo Alcón,
Y ando tribulando con equivocación,
Por saber si mi amor te espanta,
Mi alma parece que ya no aguanta,
Vivir la cuerda floja de otro tropezón,
Porque ya me has dado más de un revolcón.
Estoy al borde del mayor desastre,
Parece que no te logro enamorar,
Más bien te quieres divorciar,
Este traje ya no necesita más sastre,
Tampoco pretendo convivir siendo un lastre,
No quiero practicar ese deporte,
No vayas a decir que he perdido el norte,
Que para ello ya estoy mayor,
Yo solo quiero demostrarte mi amor,
Los días sin ti no hay quien los soporte,
Y cuando te veo me entra un acusado corte.
Por eso ahora te hablo claro,
No se trata de un no y un sí,
Pero en este estado tan febril,
Ya solo me falta un disparo.
Debo aclararme, si me aclaro,
Recortando los largos días,
Dejándome de tantas letanías,
No puedo habitar en esta piel,
Que tiene regusto de hiel,
Viejas rencillas y melancolías,
Recovecos del alma y sus correrías.
Un deforme cromosoma,
Por donde el alma se asoma,
Hace de epistolario,
Con repetición de hereditario.
Tu alma es mi nación,
Para ella no tengo repuesto,
La quiero cuidar muy presto,
Y amarla sin condición.
¿Qué no cambias de opinión?
Mi corazón ya no es soberano,
Estando de ti tan lejano,
Te pierdes un buen revolcón,
Te sigo esperando en Pozo Alcón,
Entre las amapolas del verano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario