1111 NOCHE ESTRELLADA DE LUNA

 

Tras un toque de atención porque no había publicado nada desde hace unos días, aprovecho Sant Jordi para hacerlo y para honrar a esa persona que me ha dado ese toque cariñoso de atención.

¿Contigo?, ¿Sin ti?, Noche estrellada de luna,
con su manto gris, la sombra es moruna,
sigo mirando fijamente a su ventana,
su luz está apagada, bajada su persiana,
el tiempo va pasando y no hay entendimiento.

Sabe que con alegría hemos andado el camino,

con pan duro, miel y queso, algún trago de vino,
que el vino trae dulces historias cuando sueñas,
la luna y las estrellas me miran risueñas,
como si advirtieran el final del sufrimiento.

El corazón sigue dando sombra sobre los muros,
sus compases son constantes, sonantes y maduros,
siempre lo han etiquetado como un buen caballero,
con pajarita, pañuelo y bien calado el sombrero,
el universo al completo sigue con su cansino guión.

Como un sarmiento, el futuro del futuro, se retuerce,

como una calle antigua que serpentea y desaparece,
unas veces angosta, otras con más anchura,
por las que yo sigo viendo pasar tu hermosura,
parece que yo voy caminando a pie y tú en camión.

Aunque a veces me desespero pero espero tu venida,

cuando te veo mi alma se torna primavera florida,
y eso que siempre andamos con miradas inoportunas,
sé que al final contigo tendré noches de cuatro lunas,
cuando vaya quemando el candil su aceite y su incienso.

Con los pies tocando fuerte el mismo suelo,

y la mirada perdida en la inmensidad del cielo,
sigo pensando en la quimera de que seas mi señora,
hasta que de repente me despierta la fresca aurora,
despierto y dormido y soñando. Es en lo que pienso.

Ya ves, ¿Y si un día se hace realidad la quimera?,

aunque es harto difícil vivirlo, ¿Y si lo fuera?,
poder tocar al final del túnel la preciosa luz,
dado descanso merecido al alma de este pobre andaluz,
y que sestee a la sombra de la Alhambra de Granada.

Lucero del alba, la más fugaz de las estrellas,

preciosas flores de colores, entre ellas la más bella,
camina por su vida con parsimonia y silenciosa,
sabe que su vida no es ni de lejos de color de rosa,
vive apostada en la encrucijada del todo o la nada.

El corazón resiste, persiste y por ahora sueña,

obcecado vive y respira por la que quiere por dueña,
sabedor de poder salir airoso de cualquier emboscada,
espera la titánica lucha por conseguir a su amada,
consciente de que se le está yendo la corta vida.