Se sabe que el amor se va mucho antes de irse,
y que permanece mucho después de haberse ido,
mientras dure feliz es mucho mejor reírse,
no es bueno aferrarse a un corazón partido.
El amor no entiende de futuro ni de pasado,
ni del mañana, ni del porvenir, ni del pretérito,
todo queda en eterno instante, impertérrito,
descansa rendido como un atrincherado soldado.
El amor lo transforma todo en un ente alado,
pone alas bien plumadas para volar al infinito,
todo lo que toca a su paso es un bello hito,
corta de cuajo la tristeza del descorazonado.
Nunca te rindas si sientes el amor muy fuerte,
así que prepárate para la ocasión y darlo todo,
es la única manera de no acabar perdido de lodo,
seguro que ello no desembocará en la fría muerte.
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