(DODECASÍLABO)
Dejarte es perder un trozo de mi vida,
perder mis sueños, padecer las heridas,
procurar siempre que la vida me siga
aunque lentamente y en pura agonía.
Padecer tu pérdida aprisa, enseguida
es practicar el mejor arte suicida,
olvidarte seguro que no consiga,
dejar que te quiera, lo único que pida.
Aunque eches en mi alma algún herbicida,
no te dejaré que ganes la partida,
ni usando artes de un total parricida.
Sabes que mi corazón siempre convida,
a un viaje que es de vuelta, nunca de ida,
saldré rápido tras de ti, de seguida.
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