(ALEJANDRINOS)
El manco ambidiestro que describió nuestra historia,
el sordo que inventó nuestra feliz melodía,
el sol de cada noche, luna de cada día,
así es como te quiero, antes y todavía.
Como el ciego que pintó tu preciosa sonrisa,
como el cojo que corría incansable tras de ti,
como un no grande que suena siempre como que si,
así es como te quiero, sin demora ni prisa.
Como un río que está seco, como el mar dragado,
como el pez que nada alegre bajo de tu nariz,
como las mariposas de tu semblante feliz,
¡que grande que es poder estar tan enamorado!.
Como el árbol que crece enjuto por el desierto,
como el oasis de tu boca que calma mi sed,
como la mejor persona que por ti quiero ser,
pero si no estoy a tu lado, me quedo muerto.
Como una nube negra y fea que descarga sal,
como una botella llena de tu gris vacío,
como éste corazón tan tuyo que ya no es mío,
con sentimiento limpio que contigo siempre va.
Así te quiero del revés y por el derecho,
sin pedirte ni implorarte nunca nada a cambio,
como un actor con un papel tosco y secundario,
como un mal final ajado, sesgado y maltrecho.
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