miércoles, 10 de agosto de 2011

415 DESPUES DE LA CALMA

Después de la calma llegó la tormenta,
los sentidos saltaban alborozados de alegría,
los dos sabíamos que venía lo que venía,
amor, desenfreno, locura, nuestra meta.

Relámpagos y vientos y truenos,
lluvias torrenciales de mil colores,
cielos azules y estrellados, muy bellos,
amor y amor, y más amor de mil amores.

Después con templanza llegó la brisa,
con sus caricias, sin arrebatos y sin prisas,
y momentos inertes, quietos y congelados.

Y otra vez tras la tormenta, la calma,
que es capaz de desnudar nuestras almas,
porque sabe que estamos enamorados.

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