Conoces a otro “tonto”
Y lo conviertes en tu “trastillo”.
Jugando al juego de quererse
De enamorarse sin verse
Vas montado tu castillo.
Y llegas a cientos de conclusiones,
Y piensas en decenas de soluciones,
Cuando ves de frente su cara de pillo.
Cuando la lluvia cae para los cuerdos
Te trae decenas de recuerdos
Y tus ojos cogen cierto brillo.
Con decenas de cortados
Siempre juntos, a su lado,
De amor te empapas cual azucarillo.
Cada día al atardecer piensas en verle
En besarle, en tenerle,
Haciendo encaje de bolillos.
Cuando piensas con mucha pena
Que tu alma se sentiría plena
Por fumarse a medias un cigarrillo.
Cuando lo encuentras de improviso
Frente a frente, sin previo aviso
Piensas que le falta un tornillo.
Y le llamas mil veces loco
Te contesta que no poco
poniendo cara de pardillo.
Lo miras con ternura
Lo besas con premura
Lo amas desde la cabeza al tobillo.
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