Tú que fuiste mi timonel,
me esperabas en pelota,
sin prejuicio.
Me niegas la dulce aguamiel,
me dejas cara de idiota,
sin mi vicio.
Esta amarga despedida,
parece definitiva,
todo va mal.
Ésta sí que es la vencida,
no preciso comitiva,
punto final.
Manolo Pozo Alcón (1965)
29 de Mayo 2016
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