El amor que siento por ti es mi único tesoro,
Pero insistes en mirarme como a un extranjero,
Ya no sé qué más hacer para decir que te quiero,
Creo haberte demostrado de sobras que te adoro.
Mi alma junto a la tuya reluce como el oro,
No hay ni habrá en el mundo suficiente dinero
Para comprar mi alma ni tanto como te quiero,
Y sepas que mi corazón con tu imagen la decoro.
Al hacerte la interesante me dejas por el suelo
Tu corazón se comporta como un mal tirano
Tengo el alma destrozada y en despojos.
Tus caricias son mi única paz y mi consuelo,
Déjame mujer cogerte suavemente de la mano,
Y verás que dejan de llorar mis ojos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario