¡Vivamos un amor loco de tiempos de Persia!,
La ley del embudo, la corteza y la molla,
Ya lo dijo hace tiempo Talión: ojo por ojo.
Te amo llanamente y sin controversia,
Sin ti es como si perdiera la olla,
Y dejas mi vida como quemado rastrojo.
¡Que no…! Que no te tengo ninguna inquina,
Pero resulta que quiero bajarme de tu ruleta,
Porque ya no se atisban planes de boda.
Mi corazón ya no me aguanta tanta esquina,
No tomo esta decisión por hacerte la puñeta,
Tu imagen no la borran ni los güisquis con soda.
Sí… ¡Digo que no hay más cera que la que arde!
Estoy en el centro del albero de las Ventas,
Porque los negros nubarrones son como un toro.
Al menos no podrás llamarme nunca cobarde,
Tampoco es tiempo de malvivir de las rentas,
Así que hoy empiezo a hacerte mutis por el foro.
La carta de mi corazón ya no tiene tu demanda,
Ni me llega de vuelta el eco del acuse de recibo,
No quiero seguir viviendo en estado de tontura.
Tengo ganas de salir con mi alma de parranda,
Todo lo que nunca te he dicho lo suscribo,
A partir de hoy has de tener clara mi postura.
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