Mi amor por ti es bueno y numeroso,
Apadrinado por el poeta y Rey Orfeo,
Tras de ti no tengo desmayo ni flaqueo,
Porque ha de venir un tiempo glorioso.
Perseguirte es un tanto farragoso,
Aunque yo sigo fiel con mi bombardeo,
Incluso a veces jurando en hebreo,
Mi corazón contigo siempre es generoso.
Son sentimientos reales que no estimados,
que se te ofrecen libres y muy osadamente,
para intentar que me dejes tocar el cielo.
Tan sólo somos un par de buenos enamorados
que pecan en exceso de un celo prudente,
acariciándose con miradas de terciopelo.
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