Te esperaré haciéndome viejo como un olivo,
Para eso nunca me va a faltar alegría,
Estoy seguro de que llegará ese día,
Porque es lo único que me hace seguir vivo.
Mi corazón es libre pero está cautivo,
Tiene la mañana alegre y la tarde sombría,
Cuando tu boca se torna áspera y fría,
Me mira por encima todo lo que te escribo.
Cuando sueña con tu sonrisa, siempre crece,
Vuela sin miedo y sin necesidad de alas,
Con un precioso y majestuoso vuelo.
Lo más triste llega cuando anochece,
Cuando está harto de tantas escalas,
Y se queda impertérrito clamando al cielo.
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