Quiero hacerte un trato,
Así que escúchame un rato,
Esto no es un devaneo.
Pienso en ti todas las noches,
Me salto hasta la ley del deseo,
En mis sueños robo coches
Como un “Fitipaldi” en pena,
Para poder escaparme contigo
Por eso tu amor te mendigo.
Solo quiero estar contigo mujer,
Y para ello has de decir que si,
Olvidemos las penas del ayer,
Es mejor hacia adelante huir.
Saca mi alma del hospital,
Vámonos cerca del mar a pasear,
Que la brisa levante tu falda,
¡Y que salga el sol por donde salga!
Cada noche a la sombra de la luna,
Con una preciosa mirada oportuna,
Descubriremos el amor.
El verbo amar no tiene impuestos,
Cuando las almas están de vacaciones,
Mejor pesquemos en ríos revueltos,
No necesitamos libro de instrucciones.
Y entonces, ¿Te vienes?
Dirección a aquellos andenes
Donde empieza el amor eterno.
Regálame tu precioso retrato,
Que al final te saldrá barato,
Me vuelvo loco si no te veo,
No me hagas tanto reproche,
Y no des tanta vuelta ni rodeo,
Que ya estamos a medianoche,
Con el amor inyectado en vena,
Y quiero ver si consigo,
Acariciar muy suave tu ombligo.
No tengo alma de Don Quijote
Aunque tú eres mi bella Dulcinea,
Ando encerrado entre barrotes,
Poder abrazarte es mi tarea,
Y aunque se me vaya la azotea,
Cada noche muero soñando tu escote.
Mi alma solo espera que la llenes,
Y sigue preguntando: ¿Te vienes?
Van pasando de largo los trenes,
Hemos de disfrutar del amor.
Tenemos que echar los arrestos,
Y no cambiar nuestras versiones,
Dejar de amarnos en años bisiestos
Dedicarnos todas las atenciones.
Al final, ¿Te vienes?
Lo desean todos tus genes,
Haz que brille de una vez el sol.
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