sabe que nunca me equivoco por casualidad,
habla conmigo mientras en su sartén fríe
un buen sofrito condimentado con felicidad.
Es especialista en barrer con una mano,
Con el mocho me friega los sentimientos,Si montamos un circo nos crecen los enanos,
Cuando no nos vemos todo es puro aburrimiento.
Entre doses y ochos a finales de cada mes,
Deja volar alto y libre su imaginación,
Nunca da dos vueltas por si acaso me ve,
En caso contrario, despista con negación.
Alardea de ser infinitamente más discreta,
Aunque tiene miedo a decir la verdad,Para mí su alma ya no es tan secreta,
Algún día se hartará de su compañera soledad.
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