martes, 13 de noviembre de 2012

962 ROMPIENDO UNA LANZA

 
El maestro Sabina es un reconocido defensor de las trabajadoras del oficio más antiguo del mundo, y yo quiero romper una lanza por ellas.
Si consigues el amor de una fulana,
Guárdalo como oro en paño,
Ella jamás te dejará tirado mañana,
Y nunca permitirá que te hagan daño.

Si logras enamorar el corazón de una furcia,
Tendrás el mayor tesoro del universo,
No utilizará contigo ninguna argucia,
Tendrás amor del bueno, beso a beso.

Si con suerte amarras el amor de una puta,
Trátala como se merece, con sumo cariño,
Te entregará todo su amor con un guiño,
Sin pedirte nada a cambio, así que disfruta.

Esas rameras que transitan por nuestras soledades,
Varadas en carreteras que muestran nuestras verdades,
Venden amor por arrobas en los arrabales,
Y hacen que las parejas sean cuentos matrimoniales.

Mujeres de corazón, ¿y dudosa reputación?,
Repudiadas por la enmascarada sociedad,
Limpian las letrinas del corazón,
Son las mejores princesas de la caridad.

Licenciadas en asistencia social nocturna,
hacedoras de alegrías y amores varios,
alegran con garbo una vida taciturna,
limpiando los faldones de los amores patrios.

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