Jugándome la vida como funambulista,
Oteo el horizonte para no perderte de vista,
Mi alma que estaba arrugada, ahora está lisa.
Tu sonrisa preciosa como la de Monalisa,
Ha ido derivando en vanidad de egoísta,
En el amor no pretendo ser fundamentalista,
Pero, al menos, hemos de tener una idea precisa.
Tu sombra se diluye como hielo al sol,
Parece que no quieres nada más conmigo,
Tu ombligo azul no te deja ser feliz.
Tan solo pretendí dejar fluir libre al amor,
Ya no tenía bastante con ser tu amigo,
He puesto, finalmente, mi corazón a dormir.
Platja D´Aro, 02/05/16 – 15:01
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