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– 22/04/16 – 19:58
Ni cara
ni cruz, la vida la tenemos de canto,
Los
astros nos presentan sus caras de fieros,
Quieren
asustarnos y que muramos de espanto,
Pero
tenemos el poder milenario de aceituneros.
Que
nos aticen, que nos quemen y nos separen,
No
podrán con estos ecos de amor tan sinceros,
Que
digan lo que quieran, que nos disparen,
Nos
unen fuertes pensamientos aceituneros.
A
veces la vida es premeditadamente injusta,
A
veces la vida nos brinda con sobreros,
A
veces el amor sin querer se nos incrusta,
A
veces la vida toma humildes tintes aceituneros.
Cómo
puedo mentirte diciendo que no siento nada
Y
decirte mintiendo que ahora ya no te quiero,
Dime…
¿cómo? Si hasta mi voz anda enamorada,
Y
nunca sales de mis pensamientos aceituneros.
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